Dentro de las opciones para crear un presupuesto, uno que personalmente me gusta mucho —y que uso en mis propias finanzas— es el presupuesto base cero. En pocas palabras, es un enfoque que le asigna una razón de ser al 100% de nuestros ingresos.
¿Por qué es útil este presupuesto?
Primero, porque nos obliga a pensar en cómo estamos gastando el dinero. Pero más importante aún: nos lleva a planear y a ser más intencional con cada dólar que entra. Este tipo de presupuesto nos ayuda a ordenar las finanzas y a establecer propósitos claros para cada monto.
¿Cómo funciona?
Los pasos para aplicar el presupuesto base cero son:
- Identifica tus ingresos netos: ¿Cuánto se gana exactamente cada mes?
- Lista tus gastos esenciales: Renta, comida, transporte, servicios básicos.
- Asigna fondos a tus metas: Ahorro, fondo de emergencia, inversión.
- Agregar lo “extra” (pero justificado): Salidas, suscripciones, café, etc.
- Ajusta hasta que ingresos – gastos = 0: Si sobra, va para el ahorro o a una inversión; si falta, hay que recortar o ajustar.
Un ejemplo super sencillo sería el siguiente:

¿Cómo sé cuánto asignar a cada rubro?
Lo primero que recomiendo cuando alguien inicia una asesoría en finanzas personales es simplemente listar sus ingresos y gastos actuales. Nada de presupuestos todavía. Solo una lista real, sin filtros, de cómo se está moviendo el dinero (esto corresponde al punto 2 anterior). Este ejercicio nos permite entender cuánto estamos gastando en cada área de nuestra vida: necesidades básicas, ocio, ahorro e inversión. Una vez tengamos ese panorama, podemos usar como referencia el método 60/30/10, que sugiere lo siguiente:
- 60% de tus ingresos para necesidades básicas
- 30% para ocio
- 10% para ahorro o inversión
Importante: estos porcentajes no son una regla rígida. Dependen de cada realidad. Tal vez, estamos destinando un 80% solo a cubrir lo esencial, y eso está bien. Lo importante es que sepamos dónde estamos para poder trabajar hacia un mayor equilibrio. Parte fundamental de este método es entender que sí tenemos obligaciones, pero también merecemos disfrutar el fruto de nuestro esfuerzo. Hablaremos más a fondo del 60/30/10 en otro post, pero lo dejo como referencia para que vayamos pensando en cual sería el ideal.
En conclusión
El presupuesto base cero es genial porque te permite tener control de nuestro dinero y nos reta a pensar en el largo plazo. Mi consejo es que comencemos a entender a donde se va el dinero y pensar a donde queremos que se vaya y comenzar a dar pequeños pasos a lograr nuestros objetivos.